
La actual Basílica de Guadalupe se levanta sobre lo que en su momento fue una villa, la cual resguardaba el Santuario de la imagen del mismo nombre. La Villa de Guadalupe, lugar de veneración y peregrinaje, era uno de los parajes más lejanos a la Ciudad de México. Sin embargo, se buscó la forma de hacerla parte de la misma, integrándola al imaginario de la urbe mexicana. Indagaremos el sentido y significado de la arquitectura del antiguo santuario, obra del afamado Pedro de Arrieta. Conoceremos algunos de los elementos sobrevivientes de ese espacio virreinal, desde la arquitectura de sus templos hasta el acervo pictórico que compone parte de su colección de pintura.