
Para los antiguos pobladores mesoamericanos, los dioses de la lluvia ocupaban un lugar importante en su cosmovisión. Les pedían por la lluvia, un recurso vital que con frecuencia escaseaba. En algunas ocasiones, estas deidades se asociaban con la guerra, el trueno, las enfermedades e incluso con criaturas como los sapos. En esta visita, exploraremos cómo los diferentes pueblos concebían a estas entidades pluviales, cómo las representaban y qué rituales realizaban para apaciguar y agradar a dichos seres.