Con semblante de jaguar: figurilla regresa a México
Con un rostro que evoca los rasgos del jaguar y una postura sedente que refleja solemnidad, una escultura de barro, probablemente de la tradición tlatilca, ha regresado a México para reintegrarse a nuestro patrimonio y su historia. Datada entre los años 800 y 400 a.C., esta figurilla masculina que se muestra con el torso desnudo, porta taparrabo y presenta una evidente deformación craneal, fue elaborada en el Altiplano Central, una región en la que la cultura olmeca tuvo gran influencia, como se aprecia en esta escultura.
La pieza, que destaca por su estilo realista y gran calidad de manufactura, es una muestra excepcional del pensamiento ritual y estético de los antiguos pueblos mesoamericanos. Resalta el rostro, pues combina facciones humanas con elementos felinos, en clara alusión al jaguar, símbolo de poder y transformación en Mesoamérica.
Luego de ser localizada en Estados Unidos, su retorno fue posible gracias a la colaboración entre el Consulado General de México en Los Ángeles, la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La entrega oficial se llevó a cabo en el Museo Nacional de Antropología, con la presencia del director general del Instituto, Diego Prieto Hernández, y el canciller Juan Ramón de la Fuente.
Este regreso forma parte de una política activa de repatriación cultural impulsada por el Gobierno de México, que, a través de la Secretaría de Cultura, el INAH y la red consular, reafirma su compromiso con la recuperación, protección y restitución del patrimonio nacional.
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