Plaza de Toros de Tlaxcala
En el corazón del Centro Histórico de Tlaxcala se levanta la Plaza de Toros, uno de los recintos de este tipo más antiguos en funcionamiento del país y parte del paisaje urbano que ha marcado la vida social y festiva de la ciudad. Su arquitectura circular, típica de los cosos taurinos, dialoga con la traza colonial que la rodea, en especial con la torre de la catedral de Tlaxcala, que se yergue a un costado. Además, el terreno donde se construyó la plaza fue parte de un atrio bajo del convento de San Francisco de Asís.
En su ruedo, una catrina monumental dibujada recuerda cómo las expresiones artísticas continúan apropiándose de los espacios públicos, resignificándolos y poniéndolos en conversación con la memoria y la identidad local. La plaza continúa como un punto de encuentro y de mirada compartida: un sitio donde el pasado se vuelve escenario y el presente lo reinterpreta cada vez que alguien cruza su arena.
