Templo de Santo Domingo en Oaxaca: emblema del barroco novohispano
En el corazón de la ciudad de Oaxaca se levanta el templo de Santo Domingo de Guzmán, una de las expresiones más sobresalientes del barroco novohispano. Construido entre los siglos XVI y XVII por la orden dominica, el conjunto destaca por la solidez de su arquitectura; así como por su riqueza ornamental.
El atrio y la fachada, realizados con cantera de la región, anticipan la exuberancia interior. Pese a mostrar un barroco sobrio, la portada del templo se integra por intercolumnios en cuyos nichos se alojan diez santos dominicos; mientras que en el remate se observan a las tres virtudes teologales (Fe, Esperanza y Caridad) rodear al escudo de la orden. Las torres de los campanarios se encuentran rematadas por sendas cópulas revestidas de azulejos blancos y azules.
El interior del templo presenta una planta en forma de cruz latina, con diez capillas a los costados. Los muros, bóvedas y capillas muestran un programa decorativo elaborado con estucos, relieves dorados y una iconografía que refleja la exuberancia propia del barroco, en el que cada rincón se encuentra ornamentado. Asimismo, destaca la Capilla del Rosario, cuya decoración la ha convertido en uno de los espacios barrocos más admirados del país.
