Xoloitzcuintle: compañero en el viaje al Mictlán
En las tradiciones funerarias mesoamericanas, el xoloitzcuintle ocupaba un lugar fundamental. Diversas fuentes históricas señalan que este perro acompañaba a las almas en su tránsito hacia el Mictlán, pues las ayudaba a cruzar el río en el que iniciaban su viaje por el Inframundo. Por ello, este animal se encontraba presente en ofrendas y ceremonias asociadas a los muertos.
Aún hoy, el xoloitzcuintle mantiene su condición milenaria como un puente simbólico entre los mundos. Su imagen aparece en rituales, en el arte y en la vida comunitaria, sobre todo en las fechas de Día de Muertos, como lo fue en este desfile organizado por el Museo Regional de Colima, ya que es un recordatorio de que la memoria y el tránsito no son conceptos lejanos, sino parte del tejido cultural que continúa vivo, con tradiciones que han sobrevivido a los siglos para transformarse sin perder su esencia. Así, la presencia de este compañero sigue evocando la compañía, la guarda y el afecto que trasciende el tiempo.
